sábado, 2 de febrero de 2013

AREAS PROTEGIDAS




ELABORADO POR: MIRTHA MENDOZA – C.I. 9.627.040
 
 
Ley Orgánica de Ordenación Urbanística
Gaceta Oficial Nº 33.868 de fecha 16 de diciembre de 1987
EL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE VENEZUELA
DECRETA la siguiente,
LEY ORGANICA DE ORDENACION URBANISTICA


TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto la ordenación del desarrollo urbanístico en todo el territorio nacional con el fin de procurar el crecimiento armónico de los centros poblados.
El desarrollo urbanístico salvaguarda los recursos ambientales y la calidad de vida en
los centros urbanos.

Artículo 2.- La ordenación urbanística comprende el conjunto de acciones y regulaciones tendentes a la planificación, desarrollo, conservación y renovación de los
centros poblados.

Venezuela cuenta con una tradición de planificación urbana de, aproximadamente, 60 años, ratificada en su texto constitucional, es a partir del año 1987 cuando se cuenta con la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, que propone un sistema jerarquizado de planes y busca facilitar la coordinación interinstitucional para una adecuada toma de decisiones en torno a la ciudad, fortaleciendo así el poder local y, el proceso de descentralización.

En consecuencia, se propone analizar los conceptos de urbanismo, planificación urbana y ordenamiento territorial desde su concepción general y constitucional, describir las dimensiones de la regulación del uso del suelo implícitas en el derecho urbanístico; identificar tanto los aspectos constitucionales más relevantes para el derecho urbanístico como los principales problemas y obstáculos para su aplicación; y, finalmente, plantear reflexiones acerca de la implantación de la política de planificación urbana venezolana.


AREAS PROTEGIDAS

Zona Protectora de Ciudades: Es una figura que se ha venido empleando para limitar usos en zonas adyacentes a ciudades, incluso impedir la urbanización, por considerar los terrenos poco aptos para ello, igualmente para preservar el ambiente, el paisaje o zonas generadoras de aguas. Entre los objetivos se encuentra el disponer de áreas adjuntas a ciudades, de zonas verdes no urbanizables, que puedan contribuir a la amenidad del paisaje, a la recreación y que presten algunos servicios accesorios a la comunidad.


Monumento Natural Loma El León


Geografía

El Monumento Natural Loma El León está ubicado en las adyacencias de Barquisimeto en el Estado Lara, en la margen izquierda del Río Turbio, en la zona de transición entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera de la Costa. El cerro de 1.300 metros de altitud que da el nombre al monumento, y desde donde se tiene una imponente vista de dicha ciudad, incluye uno de los ecosistemas semiáridos mejor conservados del país.

Biodiversidad

Con una composición de especies única en Venezuela, la vegetación es rica en plantas endémicas adaptadas a las difíciles condiciones que imponen las lluvias esporádicas que caracterizan el clima de la región. Posee una vegetación semiárida de matorrales, espinares, bosques secos y sabanas que incluye más de un centenar de especies, estando representados un 77% de los arbustos presentes 
en los ecosistemas áridos de la región noroccidental del país.
 La flora de la Loma El León incluye además cinco especies endémicas  del Estado Lara: tres especies de mimosas, una mirtácea y la única tuna de flores rojas en Venezuela (Opuntia bisetosa). 
 El monumento constituye además un importante refugio de mamíferos
 y de aves, y se encuentra dentro del área de distribución de una de
 las especies más amenazadas del país, el cardenalito (Carduelis cucullata).

Amenazas

Loma El León se considera un monumento críticamente amenazado, con el riesgo de fracasar en la protección de la diversidad biológica en un futuro cercano, a menos que se realicen acciones urgentes para mitigar las amenazas existentes. Las invasiones urbanas como consecuencia de la expansión de la ciudad de Barquisimeto constituyen la principal amenaza, lo cual ha generado la fragmentación y pérdida de hábitat de una especie en peligro como el cardenalito. Otra amenaza la constituye la extracción de minerales no metálicos como el granzón, empleado en la construcción, y la carencia de personal e infraestructura que impiden una presencia institucional constante.


 El Parque Nacional Cerro Saroche
El Parque Nacional Cerro Saroche se encuentra en la extensa región árida ubicada en la zona Centro-Occidental del Estado Lara, en la Depresión de Carora, con una superficie de 32.294 ha. Fue creado en 1989 con el propósito de resguardar un ecosistema xerófito   (Matorrales deciduos y semideciduos, espinares, cardonales), el cual constituye un 3% del territorio Venezolano y que está poco representado en el sistema de parques nacionales. A pesar de los esfuerzos por su creación, Cerro Saroche presenta una gran cantidad de problemas relacionados con la presencia humana y con la falta de manejo y administración, las cuales amenazan seriamente la integridad biológica del parque. 

Biodiversidad 
Cerro Saroche es una representación de hábitats xerófitos, típicamente bajos en diversidad pero con numerosas adaptaciones a condiciones extremas. El parque alberga unas 87 especies de árboles, lo cual representa la mitad de las especies nativas de las zonas áridas de Venezuela. Sin embargo, es necesario incrementar los inventarios biológicos en el parque a fin de determinar los niveles de diversidad biológica existentes en otros grupos taxonómicos.


   Amenazas
El Parque Nacional Cerro Saroche se encuentra críticamente amenazado, lo cual significa que existe un riesgo muy alto de que fracase en la protección y mantenimiento de la diversidad biológica en un futuro inmediato. Por esta razón requiere de soluciones urgentes que modifiquen su actual situación. Entre las amenazas que atentan contra la integridad ecológica de Cerro Saroche encontramos: desconocimiento del parque; ausencia de personal, falta de infraestructura y señalización; presencia humana; agricultura e introducción de especies no nativas; y delincuencia.




 El Parque Nacional Dinira
 
El Parque Nacional Dinira fue creado en 1988 con la finalidad de proteger las cuencas altas de los ríos Tocuyo, Chabasquén y Boconó, cuyas aguas son esenciales para el desarrollo de la región centro occidental del país. El nombre de este parque "Dinira" deriva del vocablo arawaco "Dinta", que significa lomas en forma de senos, aludiendo al hecho de dar savia y vida. Su ubicación, en las estribaciones montañosas de los Andes, así como su peculiar geografía con lomas y montañas escarpadas de gran altitud, le confieren un clima único en la región, dominado por bajas temperaturas y formaciones vegetales de páramo. Además de su particular geomorfología, Dinira es también un importante refugio de fósiles restos arqueológicos.
 Biodiversidad
A pesar de que no se conocen suficientemente la fauna y flora del parque, se supone la existencia de especies en peligro como el oso frontino (Tremarctos ornatus) y el paují copete de piedra (Pauxi pauxi). Dinira posee los únicos páramos del Estado Lara, los cuales, por estar aislados geográficamente del resto de los páramos de Trujillo y Mérida, tienen un grado de endemismo potencialmente elevado. Algunas especies vegetales endémicas han sido descritas en el páramo, entre ellas la planta carnívora Drosera cendeensis (Crespo 1999).

Amenazas
Dinira es un parque en muy buenas condiciones, quizás junto a Guaramacal, uno de los mejor preservados del país. La ausencia de presiones importantes en sus alrededores, así como de vías de penetración, han contribuido a su buen mantenimiento. Sin embargo, algunos problemas relacionados principalmente con la falta de personal y control podrían disminuir su eficacia como herramienta protectora de biodiversidad y de cuencas hidrográficas. Dinira es por lo tanto considerado un parque vulnerable.
A pesar de estar rodeado de poblaciones humanas, su topografía montañosa hace que el acceso sea muy difícil y por lo tanto limitado. Los poblados grandes más cercanos a las vías de acceso del parque son Humocaro Alto con 4.309 habitantes (OCEI 1994) y Humocaro Bajo (2.293 habitantes), ubicados a unos 13 km por carretera del principal punto de acceso. El caserío Buenos Aires con 128 habitantes (UTM 19P 383157, 1061633), se encuentra justo en la frontera del parque,. A partir de este punto, la carretera se termina y los accesos son regulados por el Puesto de Vigilancia.
 Al oeste de Dinira se encuentran los caseríos de Carache (28 habitantes) y Burbusay (1.255 habitantes); en tanto que al Noreste del parque se encuentra el pueblo Barbacoas, con 1.056 habitantes. Estos poblados se caracterizan por depender de actividades agrícolas y de ganadería, esta última a muy baja escala.


 El Parque Nacional El Guache
 
El Parque Nacional El Guache está localizado en las estribaciones de la Cordillera de los Andes, en los Estados Lara y Portuguesa. Comprende el nacimiento de varios ríos importantes que drenan hacia la cuenca del Río Portuguesa y alimentan la economía agrícola de la región. Sus escarpadas cumbres están cubiertas de vegetación boscosa. Junto a los Parques Nacionales Yacambú y Terepaima, El Guache forma parte de un conjunto de áreas protegidas ecológicamente interconectadas y que se pretenden unir en un corredor con protección legal. Creado en 1992 con la finalidad de proteger las cuencas altas de los ríos Ospino, Guache, Morador, Toco y Are; así como especies de fauna en peligro (oso frontino y el paují copete de piedra), el parque sufre desde sus inicios una serie de problemas que probablemente le impidan alcanzar esos fines.

 Biodiversidad 
A pesar de que no se conocen suficientemente
la fauna y flora del parque, se supone la existencia de poblaciones  del oso frontino (Tremarctos ornatus) y el paují copete de piedra (Pauxi pauxi); al igual que otras especies  animales y vegetales presentes en el vecino Parque Nacional Yacambú.





 Amenazas
La intervención de más de 60% del bosque original por asentamientos humanos y parcelas agrícolas así como la falta de presencia institucional, vigilancia e infraestructura, amenazan críticamente a la integridad biológica 
del Parque Nacional El Guache.








 El Parque Nacional Terepaima
 
El Parque Nacional Terepaima se encuentra en los municipios Palavecino e Irribarren del Estado Lara y el municipio Araure del Estado Portuguesa, ubicado en la fila montañosa del mismo nombre. Fue creado en 1976 para preservar muestras relevantes de los ecosistemas y espacios geográficos característicos de las estribaciones de la cordillera Andina, proteger sus cuencas hidrográficas y su biodiversidad. Terepaima no solo resguarda ambientes donde subsisten especies amenazadas, sino las nacientes del río Sarare, de gran importancia para el Estado Portuguesa. 

 Biodiversidad
Al igual que el Parque Nacional Yacambú, situado a escasos kilómetros de distancia, Terepaima es un importante refugio de biodiversidad para la ecoregión de Bosques montanos de los Andes. Su vegetación abarca desde bosques semideciduos y herbazales en las zonas más bajas, hasta bosques nublados siempreverdes en las cimas montañosas del parque. Terepaima alberga poblaciones de especies amenazadas como el oso frontino o el paují copete de piedra. A pesar de esto, la biodiversidad del parque no ha sido suficientemente estudiada.




 Amenazas
Terepaima se considera un parque críticamente amenazado, lo cual indica que requiere soluciones urgentes en la actualidad para mitigar varias de las amenazas existentes, y que pueda garantizar la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica en el futuro próximo. La presencia humana representa la mayor amenaza en el presente, la cual a su vez genera otras amenazas como la cacería furtiva, los incendios forestales y la extracción de madera. La insuficiencia de infraestructura y personal junto a la escasa señalización, agravan la situación.








 
 

 El Parque Nacional Yacambú

El Parque Nacional Yacambú se encuentra en el Estado Lara, ubicado en la vertiente sur de la Sierra de Portuguesa, que forma parte de las estribaciones montañosas de la Cordillera de los Andes. Fue creado en 1962 con el propósito de proteger parte de la cuenca del río Yacambú, cuyas aguas alimentarán el embalse José María Ochoa Pilé, un ambicioso proyecto aún en construcción. El embalse es de importancia vital para el abastecimiento de agua en la ciudad de Barquisimeto y para el desarrollo económico en los valles secos de Quibor, en donde se encuentra un área protegida de uso sostenible con fines agrícolas (categoría VI, UICN). Por su ubicación geográfica es un punto clave para la preservación de especies de distribución andina, costera y de los llanos del país. A fin de incrementar la protección de la cuenca del río Yacambú, en 1999 se decretó un aumento del 85% del área original del parque de 14.580 ha. El Parque Nacional Yacambú protege hoy en día 26.916 ha, que incluyen 4.000 ha adicionales de la cuenca hidrográfica del río Yacambú. A pesar de lo favorable del incremento de área, el parque requiere ahora de un incremento similar en vigilancia e infraestructura adecuadas. Al momento de hacer esta segunda evaluación, el nuevo plan de manejo de Yacambú (considerando el área nueva) aún no estaba implementado, y el área nueva no cuenta con ninguna acción de manejo, las cuales se encuentran limitadas al área original de 14.580 ha.

 Biodiversidad
Yacambú se destaca por sus altos niveles de diversidad en plantas y aves.
 Unas 600 especies de plantas han sido reportadas para el parque, el cual cuenta además con 254 especies de aves. 
Comprende una gran variedad de orquídeas que lo han  hecho famoso entre los especialistas e igualmente alberga poblaciones de especies amenazadas como el oso frontino o el paují copete de piedra.

 Amenazas
Yacambú se considera un parque amenazado,
 lo cual indica que requiere soluciones urgentes en la actualidad, a fin de que el parque pueda garantizar la protección  y el mantenimiento de la diversidad biológica en el futuro próximo así como la producción de agua para el embalse.
 Las invasiones humanas representan la mayor amenaza en el presente,  las cuales a su vez generan otras amenazas como la cacería furtiva,
 los incendios forestales y la extracción de madera.
 La insuficiencia de infraestructura y personal y la escasa señalización agravan la situación.